Cada vez más empresas utilizan software como parte del proceso de selección de personal. Lo hacen para lidiar con la masividad, ya que las grandes compañías reciben miles de currículums a la semana.

Esto significa que, antes de ser leído por una persona, nuestro currículum será filtrado por una máquina, que lo clasificará según los criterios con los que haya sido programada. Estos programas se conocen por la sigla ATS (Applicant Tracking System, en inglés), que en español significa: sistema de monitoreo de postulantes.

Lo que estos sistemas hacen es clasificar los currículums según las palabras clave y frases que coincidan con la descripción del puesto a cubrir, y las habilidades y experiencias que la organización procura.

Esta clase de software ha venido a ser de gran ayuda para los profesionales de selección, ya que les facilita encontrar los perfiles que están buscando. Se estima que solo 3 de cada 10 currículums llegan a ser leídos por personas.

¿Cómo hacer un CV amigable con ATS?

Ante la posibilidad de que el currículum vaya a ser leído por una de estas máquinas, es recomendable, antes de subirlo a una oferta laboral, chequear cuidadosamente la descripción del trabajo a efectos de asegurarse de cubrir todos los requisitos. Luego, verificar que las palabras clave y las frases en la descripción del trabajo estén incluidas en el currículum.

Por ejemplo, si la vacante menciona como requisito «gestión de proyectos», debemos asegurarnos de que los términos «gestión de proyectos» aparezcan en nuestro currículum, sobre todo en la lista de habilidades (si es que tenemos esa aptitud) .

El formato

Muchos currículums no pasan el filtro de los ATS porque no están en el formato adecuado. En el pasado, los ATS solo leían archivos de Word (.doc), notas (.txt) o texto enriquecido (.rtf), pero en los últimos años han evolucionado y también leen PDF.

Si se envían en otros formatos, la máquina sencillamente no los podrá procesar. La máquina tampoco puede leer todos los tipos de letra, así que lo recomendado es utilizar las típicas: Arial, Cambria, Calibri o Verdana.

La fecha debe ir después, nunca antes del cargo y nombre de la empresa en la que trabajamos.

Caracteres especiales, logotipos, gráficas e imágenes en general, no pueden ser leídas por las máquinas, así que lo recomendable es no incluirlas. Otro factor importante es el orden en el que incluimos los datos de nuestra experiencia profesional.

Un mal ejemplo es este:

2008 - 2017. Gerente de Recursos Humanos. Hotel Santa María.

La fecha debe ir después, nunca antes del cargo y nombre de la empresa en la que trabajamos.

Las desventajas de las plantillas para CV

Finalmente, es recomendable no dejarse seducir por vistosas plantillas, fácilmente descargables en internet. Podrán impresionar a un ser humano no muy acostumbrado a leer currículums, pero le dificultan la lectura a las máquinas. Lo más aconsejable es un diseño simple, pero con buen contenido.